lunes, 24 de octubre de 2011

De zombies que no lo son, de bloqueos que se arraigan


Desde hace ya algunos meses se ha notado más mi ausencia no sólo por el blog, sino también por Potterfics (y no sólo como autora), por Twitter e incluso por mi facebook, por mi celular, por el msn, por… bueno, que tampoco es que yo fuera omnipresente, pero ahí andaba de vez en cuando; al principio, lo aludí a un leve bloqueo placentero por el que estaba pasando, no obstante ahora, ahora empiezo a dudar que sea del todo placentero. Tengo (no están ustedes para saberlo ni yo para contarlo) un par de días sufriendo unas fuertes jaquecas y aunque estoy segura que no tiene nada que ver con mi estado anímico, pues considero que últimamente estoy de un genialoso buen humor :3, sí me doy cuenta que tienen que ver con mi reciente “stop” creativo.




                He comenzado por escribir cositas para un par concursos, en los que vale la pena mencionar, no he entrado porque las fechas se me pasan, porque no me alcanza el tiempo, porque se me olvidó acabar el texto, porque me quedo sin ideas, porque… ¿por qué?

                Hay algo que quiero explicar ahora, un consejo para los pocos escritores que se pasan por mi blog a ver qué de nuevo traigo o qué de viejo recuerdo, pues bien, el consejo es simple: sean disciplinados. Uno de mis grandes defectos es precisamente ese, no soy nada disciplinada, la falta de disciplina merma cualquier talento así que si le ven poco sentido o consistencia acá, entonces ya saben qué me está pasando, de por sí tenía yo poco talento ¬¬*


                Si dejan que el bloqueo se arraigue, habrán de acabar como cierta película que vi hace un par de días: “La resurrección de los muertos” de Robin Campillo, película francesa del 2004, cuya trama principal es, como bien lo dice su título: los muertos que vuelven de la tumba; lo verdaderamente genial es la diferencia que sostiene con otras pelis, como las reconocidísimas y reproducidísimas cintas de Romero, y es que estos zombies no comen carne humana, no tienen una rabia inconmensurable tan insaciable como su hambre, no, estos zombies somos tú y yo, que luego de morir venimos a ver pasar el tiempo, sin saber qué hacer, sin nada de nada y los demás, los demás que nos ven con ojos perplejos, sabiendo aún menos que nosotros los muertos.




                El bloqueo arraigado es como volverse un zombie de esos, de pronto no sabes qué hacer y nadas en tus pensamientos de ayer, de pronto no sabes para qué y no queda más que sentarte a pensar ¿qué sigue ahora?

              La película la recomiendo sólo para que vean algo novedoso (si son fans empedernidos de Romero, aguántense y mejor no la vean –es algo frustrante-). El bloqueo, con la pena, pero no, no lo recomiendo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario