miércoles, 13 de marzo de 2013

Respetar...



Es Marzo y es el mes del día Internacional de la Mujer, tenía varios días sin publicar nada por acá y algo que escuché hace un rato, me hizo tener letras para retomar las publicaciones en la Osezna; resulta que esta mañana pasó algo curioso en mi región, más bien curioso no es la palabra correcta, pero no quisiera hacer mucho ruido con la nota y me gustaría más bien comentarla así, como se charla entre amigos. Esta mañana durante la jornada de clases un grupo de cierta organización delictiva arribó a una escuela secundaria cercana a mi pueblo y se llevó a dos chicas, dos chicas de secundaria, repito, secundaria.

El suceso no es extraño, ya había pasado hace dos días, mas en aquel momento se llevaron sólo a una muchacha, vamos, ni muchacha, una niña; no obstante llevársela no sé si con uso de la fuerza o no, o si con buenas o malas intenciones, estos tipos entraron y repitieron la acción el día de hoy, provocando gran pánico en la escuela y en la ciudad en que esto había ocurrido.


Podría hacer sólo la mención de lo ocurrido y quedarme sólo en esas, limitar mis letras al comentario, a citar y dejar a su consideración, lector ocasional de este espacio, una opinión al respecto; no obstante, sí me gustaría emitir una opinión personal. No sé a dónde vamos como sociedad, no sé qué estamos logrando o que estamos deteniendo, lo cierto es que no estamos bien, en todos lados pasan cosas como estas y no nos damos cuenta o no nos queremos dar cuenta, la solución no es indignarnos y ya, la solución es denunciar, proteger y sí, impedir.


Eduquemos a los jóvenes para darse a respetar y respetar, eduquemos a nuestras amigas, hermanas, primitas, sobrinas y demás para que ejerzan su libertad en aras de resguardar su dignidad; no digo que estas chicas hayan provocado que las llevaran, pero cada día las mujeres cometemos más y más actos que nos ponen en riesgo, evitemos los peligros no tentando a la suerte.

De igual forma, hagamos que los varones comprendan que las mujeres no somos ni objetos, ni materiales ni mucho menos la satisfacción de una necesidad, hagamos de nuestros hombres seres humanos valiosos, que respeten y entiendan el valor de una mujer; no caigamos en el ser feministas extremas que se andan poniendo delante de los hombres como si nada y como si todo, ni caigamos en la tontería de criar a nuestros hijos, primos, sobrinos o demás, para humillar y faltar a la imagen de la mujer.

Fomentemos el respeto y la seguridad en casa, para que el día de mañana haya cada vez menos hombres y mujeres, a los que no les importen sucesos como el que he mencionado arriba.

Feliz mes, mujeres, Dios las bendiga.

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