viernes, 7 de junio de 2013

De obsesiones insanas...



La idea surgió de una charla entre amigos, estando todos reunidos se preguntaron ¿cuál sería el mejor castigo para un abusador de niños?, a Tom Six se le ocurrió un castigo bastante ingenioso: coser la boca de ese hombre al ano de un camionero gordo, y de ahí nació todo; la película que hoy les reseñaré comprende una muestra del cine más raro, inquietante y enfermo que he visto, vamos que incluso para verla me vi en la necesidad de revisarla lentamente, y no me refiero con ello a estarla viendo pausada y repetidamente para analizarla a fondo, no, sino a ver un ratito hoy... un ratito mañana XD

The Human Centipede es una película holandesa de 2010 que se podría clasificar muy bien entre el horror, el suspenso y porqué no, el gore aunque no sea precisamente un baño de sangre como Martyrs o como Saw, la historia es en comienzo un total cliché: dos turistas americanas que viajan por Europa sufren una avería de su auto y, pidiendo ayuda, van a dar a la mansión en medio de la nada de un hombre extraño, al menos esos son los primeros minutos de la cinta, para los siguientes, bueno la cosa se pone densa y sí, bizarra.


Para serles franca me gustó la idea, es algo novedoso y vamos, que cayendo precisamente en lo bizarro que ya mencioné es que logra una trama muy fresca, no tan cliché como su comienzo; resulta que éste hombre extraño no es otra cosa sino un médico cirujano experto en la separación de siameses, la bronca es que así como es un genio separando a pequeñitos que nacen unidos, es también un obseso que sólo piensa en lograr lo contrario a lo que ha hecho durante toda su carrera. Lo que el doctor Heiter quiere no es separar sino unir y crear, volviéndose una clase de dios, un ser compuesto por tres personas; tras experimentar primero con sus tres perros que penosamente no sobrevivieron al procedimiento por mucho tiempo, el médico decide dar el paso siguiente y tras secuestrar a las dos chicas, se hace de un tercer sujeto (un japonés) y forma su obra maestra: Un ciempiés humano que comparta un único sistema digestivo.





La cinta no es muy explícita, sí hay un par de escenas en torno a la cirugía y podemos ver el retiro de algunos dientes, así como los cortes que realiza en el trasero de uno de los sujetos, pero aún así no es precisamente muy descriptiva, lo que se agradece porque ya es bastante asquerosa la idea de tener que comerte ¡a fuerzas! el excremento de alguien;  creo que lo más inquietante de la cinta son otras escenas, que caen en lo enfermizo, dejándolo a uno con una rara sensación de desconsuelo y... pues como hartazgo de la vida y el mundo. Tom Six es un buen director y un gran escritor, la verdad es que aunque he imaginado cosas raras y he visto cintas en que ponen cosas feas, ésta en particular tiene un toque de enfermedad que ni en mis más locos sueños me habría podido imaginar.

Por rescatar algunas escenas o puntitos que vale la pena analizar, mencionaré (no los voy a marcar como spoilers, porque francamente prefiero que los lean antes de pasar directo a la cinta):

-La secuencia del tipo que no habla inglés cuando se les descompone el auto, es repugnante, es incómodo y es además de lo más divertida XD; y sé que ninguna mujer dirá que miento si piensas en un tipo observándote en el auto de al lado, diciendo además un montón de leperadas porque asegura que eres la que sale en la última película porno que vio o.O
-La huída de Lindsay, creo que una de las grandes líneas de la película es la tremenda amistad que une a las dos chicas, una amistad decorada de sentimiento de culpa y de responsabilidad; a pesar de que al momento de huir Lindsay podía haber escapado y pedir ayuda, decide volver por Jenny en un acto que le cuesta su libertad, hacia el final de la cinta, nuevamente es su amistad lo que marca la trama y el gran golpe de cierre que deja la rara sensación de terror.
-La vuelta que tiene la actitud del japonés es de lo más extraña; primero no se atreve más que a hacerle un leve daño al doctor en su primer enfrentamiento, cuando pudo perfectamente matarlo y librarse de una buena vez, luego aunque pudo enfrentarlo y ganarle hacia el final, decide aceptar su destino de ser un "insecto" y pagar en esta vida lo que debía, cosa que también es bastante extraña (pensando en que deja a su suerte a Lindsay y a Jenny mándandolas a la mierda, casi literalmente).
-¡Dios! ese momento horrendo en que el pobre japonés ya no aguanta las ganas de hacer y se inclina pidiendo perdón mientras la pobre de Lindsay tiene que comerse todo aquello... bueno, simplemente es como para salir corriendo, la verdad D:
-Finalmente la metáfora del médico nazi y la bata sobre la cama mientras Lindsay se queda a su suerte... un gran final.

Por cierto, hay que decirlo: tanto el vestuario como la actitud del doctor es de aplauso, él solito hace la película; ese hombre da miedo, la forma como se mueve, su cuerpo, su rostro y su forma de vestirse. La bata que usa es una versión original de las batas que usaban los médicos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, sí, esos mismos que hacían experimentos de este tipo, sumando a eso los decorados de la casa, los cuadros de siameses unidos y la pulcritud excesiva, todo el escenario es extraordinario, entras en ambiente porque entras en ambiente.

Les aviso, les anuncio que la película tiene una secuela y que la veré para traerles el comentario a propósito; por lo pronto sí les digo, si quieren ver algo diferente en cine de horror esta es la película adecuada, es fresca y convincente, además de que por su raíz de rareza a cualquiera le enchina la piel; sólo les recomiendo verla con cierto recelo y estar preparados para sentirse incómodos, porque la simple idea de sentir lo que esos pobres sienten... vamos, ya con eso es de dar miedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario