Pues que me pongo a ver el final luego del primer y segundo capítulos y que se puso interesante... pero no impresionante; si tuviera que emitir una opinión definitiva sobre la serie, partiendo de su final, creo que me encontraría en un aprieto un poquitín incómodo, pero vamos hacia ello, que después de todo a reseñar he venido.
Este tercer capítulo no le debe a los anteriores, en realidad creo que es una buena conclusión, tiene sus toques muy inquietantes y poco a poco, de alguna forma por demás sorpresiva se le quita el peso a lo sobrenatural y le da paso a lo real, ya la extrañeza no surge de lo que nos asusta por anormal o poco convencional, de los espíritus o poltergeist, sino de la normalidad o de buscar entrar en la normalidad, encajar en ella de la mejor forma posible; así caemos en la cuenta de que, como casi siempre, las personas normales, las personas sanas y naturales, son peores que las sobrenaturales.
Ahora los escépticos intentan convencer al resto de las personas (ya que el caso de Janet se ha vuelto famoso) de que no pasa nada en realidad y de que se trata simplemente de una familia con problemas que encontró en dos especialistas muy entusiastas la forma de darse a conocer y ganar un poco de fama; sin embargo, las cosas van empeorando porque mientras unos intentan desmentir lo que ocurre, los sucesos extraños se están intensificando y Janet empieza a tener problemas graves y agresiones peores.
Así pronto hemos pasado de una niña que hace voces, a una chica que mantienen amarrada a una cama de hospital, que sufre quemaduras por obra y gracia de una "lucecita" o hada y que para colmo de males es sometida a terapia de electroshock. Pronto nuestros protagonistas se encuentran ante un grupo de médicos que aseguran que la única forma de curar y salvar la vida de Janet es sometiéndola a constantes corriente eléctricas quemando su cerebro, por lo que la madre Janet se ve en la necesidad de mentir diciendo que habían mentido con tal de tener la compañía de dos caballerosos hombres en casa; en pocas palabras se hace quedar así misma como una mujer desesperada.
Y bueno, a esto le sigue que la chica vuelva a casa para reencontrarse con su familia y con los dos expertos paranormales y de pilón, con un grupo de fantasmas horripilantes que la atacan, para variar, en el baño con un lavabo repleto de sangre (muy a lo Beverly en It de Stephen King, sí señor!); pero la cosa empeora cuando al fin se revela porqué el fantasma no se ha ido de la casa, qué lo tiene aferrado a la familia, incógnita que francamente, se veía venir desde el inicio, cuando al personaje se le ocurrió hacer un pacto de sangre... lo sabíamos, lo sabíamos ¬¬
Y bien, para no darle largas y que vean el final, debo decir que tiene un final feliz esta historia, contiene en este cierre escenas buenas, sustos variados, aunque francamente no es nada del otro mundo, la verdad del osito Bimb* no están ante un Actividad Paranormal que revolucionó el cine de horror ni mucho menos, pero sí ante una muy buena trama.
En conclusión el final se sostiene, logra su cometido de cerrar una historia de fantasmas aunque no sea nada del otro mundo, ni de gritos o sombrerazos ni de espasmos ni mucho menos; una historia que por su base de hecho real se defiende y se agudiza, pero que no quedará para nada en la memoria como El Exorcista en su terrible estreno.
En la escala del 1 al 10, le doy un sostenible 8.0 y les recomiendo que se pasen, porque de todo hay que ver en la vida y de todo se puede disfrutar y aprovechar tantito.
Les veo en la siguiente serie de reseñas de series (permítanme la redundancia) y por lo pronto, vean The Enfield Haunting, que vale el rato y mucho.
Y bueno, a esto le sigue que la chica vuelva a casa para reencontrarse con su familia y con los dos expertos paranormales y de pilón, con un grupo de fantasmas horripilantes que la atacan, para variar, en el baño con un lavabo repleto de sangre (muy a lo Beverly en It de Stephen King, sí señor!); pero la cosa empeora cuando al fin se revela porqué el fantasma no se ha ido de la casa, qué lo tiene aferrado a la familia, incógnita que francamente, se veía venir desde el inicio, cuando al personaje se le ocurrió hacer un pacto de sangre... lo sabíamos, lo sabíamos ¬¬
Y bien, para no darle largas y que vean el final, debo decir que tiene un final feliz esta historia, contiene en este cierre escenas buenas, sustos variados, aunque francamente no es nada del otro mundo, la verdad del osito Bimb* no están ante un Actividad Paranormal que revolucionó el cine de horror ni mucho menos, pero sí ante una muy buena trama.
En conclusión el final se sostiene, logra su cometido de cerrar una historia de fantasmas aunque no sea nada del otro mundo, ni de gritos o sombrerazos ni de espasmos ni mucho menos; una historia que por su base de hecho real se defiende y se agudiza, pero que no quedará para nada en la memoria como El Exorcista en su terrible estreno.
En la escala del 1 al 10, le doy un sostenible 8.0 y les recomiendo que se pasen, porque de todo hay que ver en la vida y de todo se puede disfrutar y aprovechar tantito.
Les veo en la siguiente serie de reseñas de series (permítanme la redundancia) y por lo pronto, vean The Enfield Haunting, que vale el rato y mucho.
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