Murder House... o de infidelidad (American Horror Story S01E01)

Antes que nada, como ya saben me puse a hacer este nuevo ejercicio de reseñar-comentar las series que estoy viendo, comencé con The Enfield Haunting, mini serie de tres capítulos (acá las reseñas del 1, 2 y 3) del año 2015 que se estrenó por ahí de mayo y que se basó en hechos reales de los que pueden encontrar bastante material en línea; pues bien que rompí un poco la regla con este, porque ya me había visto la serie y ahora la estoy re-viendo si es que se me permite usar dicho término. American Horror Story, ya antes había puesto un comentario sobre este programa en mi blog y aunque fue una entrada demasiado de pasada, ya echaba de cabeza mi gusto por la trama, el estilo y en general, el tema y todo su conjunto.

Hablemos pues de esta serie y de su primera temporada que es la que estoy retomando ahora: American Horror Story creada por Ryan Murphy y Brad Falchuck, en los Estados Unidos, pertenece a la cadena Fox y vio la luz por primera vez en 2011, el cinco de octubre para ser precisos; pues bien, que su nombre debería decirlo todo, pero por si no, empiezo por especificar, estamos ante una serie cuya intención primordial es asustar, se regodea en horrores sobrenaturales y en horrores cotidianos por igual y cuenta con un elenco fantástico en esta primera parte (como en todas las demás). Primero que nada y como carta de presentación Jessica Lange que interpreta a una vecina metiche, ladroncilla y facilona: Constance Langdon; luego tenemos a los protagonistas de la historia, los Harmon, una familia por demás disfuncional.

Por un lado el esposo, Benjamin Harmon, psiquiatra que recurre a cambiar de aires, comprar casa nueva y empezar de nuevo en un intento por zanjar la infidelidad que cometió con su esposa en un momento terrible de su vida de casados; Vivian Harmon, una mujer entrando en los 40 que descubre a su esposo teniendo sexo con una veinteañera justo luego de volver de una cita con su ginecologo, quien la monitorea luego de un rudo aborto que le obligó a ir por unos cuantos días con el cadáver de su hijo varón dentro. Por si fuera poco al matrimonio se suma Violet, la hija de ambos, una joven adolescente muy inadaptada que tiene no sólo que lidiar con sus terribles compañeros de clases y la nueva mudanza, sino con las intromisiones del joven Tate que es paciente de su padre y además un chico que le alborota la hormona con bastante intensidad.


Como pueden ver el círculo está completo, si a esto que acabo de mencionar suman a la criada bi-fascetica Moira (ahorita tiene setenta, y un ojo tétricamente cegado, derepente tiene veinte y un cuerpazo de tentación), la vecinita con Down que se mete a la casa cuando le da la gana y el tipo con medio cuerpo quemado que lanza advertencias a destajo, la historia atrapa y encadena; aunado a esto tenemos un ambiente genial con todos los fantasmas corriendo por la casa, la construcción de época, los vecinos y demás problemas, van entretejiendo una trama que eriza la piel constantemente.

Hablemos del primer capítulo o piloto de la serie. Comencemos por ver frente a frente la naturaleza de esta casa de los horrores, un par de niños, gemelos, entran en ella a hacer destrozos por diversión y se encuentran pronto con un monstruo que cumple la amenaza de la pequeña vecinita Addy, pronto los gemelos están muertos y nosotros viendo a Vivian Harmon en su visita al médico, así nos enteramos de su pérdida anterior y posteriormente, la acompañamos en el descubrimiento de su marido en plena acción, en su propia cama con una de sus alumnas. Inmediatamente después del intro, que es genialosamente horrendo e inquietante, vemos a la feliz familia mudándose a su nuevo nidito de amor (con un asesinato ya conocido, porque la vendedora se ve obligada a decirles lo de la pareja anterior a ellos), hasta donde les lleva la intención de enmendar todos sus errores y ahí es donde entra el tema muy mencionado por los creadores para esta primera temporada: Infidelidad.

Mientras Vivian y Ben tienen constantes discusiones sobre si se perdonan, sobre si olvidan, sobre si se dan amor o no se dan amor (que tal pareciera lo único que busca Ben todo el tiempo es sexo), conocemos a la vecina antes mencionada, Constance quien entra a la casa como Pedro siguiendo a su hija Addy, que además de simpática es medio profética, porque a todo mundo le dice que va a morir y bueno, es lo único seguro que todos, todititos, tenemos en la vida. Luego vemos a Violet adaptándose a la escuela (obvio no lo logra), a Ben atendiendo a su nuevo paciente (una cajita de sorpresas el chico y una genialosa referencia a Tarantino -musicalmente hablando-); rematamos conociendo a Moira, que a ojos de Vivian es practicamente una anciana y a ojos de Ben es una bailarina exótica enfundada en uniforme de ama de llaves. ¡La cara de Ben cuando Vivian le dice que la va a contratar!, poco falta para que se le salgan los ojos (o la baba).

Pues bien, entre que los gemelos hacen desastres en la casa, como abrir todo en la cocina y meterle un susto a Vivian, entre que ésta y Ben tienen una pelea-reconciliación en el salón de los murales inquietantes y entre que Violet se enfrenta a compañeras nefastas del colegio, tenemos un capítulo muy movido; el horror o la extrañeza van empapándonos cuando nos encontramos con monstruos en el sótano, sirvientas que saben demasiado, vecinas que ocultan secretos y adolescentes que sueñan con asesinar a tiros a sus compañeros de escuela. La escena de sexo con el tipo envuelto en latex, el sujeto de enormes garras y colmillos que ataca a la cocainómana en el sótano, el sujeto con medio cuerpo quemado que se aparece por el jardín gritando "tu familia está en peligro" y los lapsos de sonámbulo de Ben, son pequeños indicios de cómo la historia se irá desarrollando y de la muy enfermiza y simbiótica relación que espera a cualquiera que viva en esa casa.

El capítulo se cierra genialmente con la revelación de que la sirvienta dual está en realidad muerta desde hace mucho, de que Vivian tiene ganas de comida hindú (referencia a que está embarazada) y que Ben nos grite a la cara... ¡que tiene un arma! En conclusión, de que atrapa el capítulo atrapa y sugiero que nos pasemos corriendo al segundo valiéndonos de todo el poder del internet... en unos días, les platico cómo me fue con el cap dos, por lo pronto, sugiero que se avienten el uno, no se van a arrepentir, lo aseguro.