viernes, 14 de agosto de 2015

Silencio v/s Voz


Uno puede leer mucho entre líneas, de hecho lo hacemos demasiado normalmente...

Lo malo no es leer entre líneas todo el tiempo, lo malo es hablarle a los demás entre líneas continuamente... esperar que el otro interprete nuestro "No gracias", nuestro "Claro, luego" o nuestro avasallador y siempre demoledor SILENCIO.

Muchas veces no sabemos cómo decirle las cosas a las personas con claridad, emplear las palabras correctas para no entorpecer o afectar el mensaje que queremos enviar; nos valemos de indirectas, ejemplos, metáforas, comparaciones y claro, falsedades... omisiones... mentiras.

Pero eso no logra que el otro nos entienda, el otro no va a entender si no hay claridad en lo que tratamos de decir; soy una persona que rebusca mucho las palabras a veces, se vale de formas literarias, de licencias para expresar lo que siente, piensa o hace... todo a fin muchas veces de no afectar a quienes de alguna forma me importan. No obstante, eso sólo me ha traído problemas, ser así, omitir, adornar, esperar que el otro entienda, sólo ha acabado por joderme más.

Así que empecé a ser muy franca, a soltarle las cosas a la gente como las pienso y siento y bueno, tuvo buenos resultados, gente que no me entendía o que abusaba de mi disposición y/o amabilidad ha empezado a darse cuenta qué cosas me molestan o cuándo cruzan la línea...


Pero, francamente, sigo sin entender cuando me envían mensajes encubiertos... procuro ser franca, pero mucha gente no es franca conmigo o no me puede decir las cosas a la cara como yo quisiera...

"Paciencia", me digo frecuentemente y la tengo, la tengo a kilos... pero cuando a uno le dan líneas que se pueden leer de una u otra forma, silencios que pueden ser interpretados en un millón de sentidos, la locura es la única opción... 

La desesperación es el camino.

Cuiden lo que dicen, sean francos con las personas que les importan... suelten las verdades, suelten sus opiniones... si su jefe abusa de su disposición, díganselo... si su padre los reprende por algo que no entendió porqué hicieron, explíquense... si su hermano anda por la vida creyéndolos una persona que no son, adelante, díganle la verdad... si amas a alguien y no te atreves a soltarle el Te amo, por temor a que huya, no te lo guardes, esos Te amo sólo se pudren dentro de uno y oxidan el corazón.

Si ya no quieres a alguien cerca de ti o su forma de ser ha cambiado y ves que se está perdiendo, que se está degradando, díselo, porque muchas veces nos estamos muriendo y ni cuenta nos damos, qué mejor que nos lo diga un amigo, un ser amado... si tienes fe en una persona, si crees y confías en ella asegúrate que lo sepa, porque si no se lo dices nunca, una mañana despertarás y te darás cuenta que se pegó un tiro porque sentía que no ayudaba a nadie, que no era importante.

Si amabas a alguien pero ya no le amas, si has puesto tu corazón en otros brazos, si cambió de dirección el sendero de tus pasos, díselo a quien camina a tu lado, confiesa con sinceridad tus sentimientos a quien se los gana y a quien los pierde, porque los dos merecen saber lo que pasa por tu mente, lo que vive en tu corazón... si de un día para otro despertaste odiando los canarios y tenías cuatro en casa, toma sus jaulas y pregunta a tus conocidos quién los quiere, diles la verdad: que los gustos cambian, que las preferencias no son eternas... que crecemos, que maduramos, que somos humanos y nos equivocamos incluso con lo que deseamos.

No desprecies el silencio y consideres el hablar como algo mejor que él, no... sólo aprende a usarlo. Usa el silencio para que alguien mire tus ojos y ellos digan lo que sientes... usa el silencio para entregarle un momento tuyo a los demás... usa el silencio ante la necedad... usa el silencio cuando ya las palabras, de muy usadas, no fueron entendidas.

Pero para dar un mensaje, para decirle a alguien algo, importante o no, no calles.


Para que alguien sepa algo, usa lo que Dios te dio para que los demás sepan de ti y de lo que sientes, piensas y haces: tu voz. 

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