sábado, 5 de diciembre de 2015

Mentadas: Archivo 253, o una mala copia de Fenómeno Siniestro

Y si la película que copias no es precisamente una nominación a Oscar y pa'colmo no eres precisamente un dechado de talento y lo peor, no tienes el mejor presupuesto del universo...

¡Imagínate cómo te queda tu película!

Ahora bien, a diferencia de en otras ocasiones, la siguiente nota es absoluta y completamente enfocada a decir que la película no me gustó y considero que malgasté mi tiempo, por lo que si quieres ver la cinta, detente aquí, mírala y luego, si eres gustoso, regresa a leer el resto del comentario. Gracias.

Antes que nada, no había otra forma de poner esta película que en una mentada, porque la empieza uno a ver y es una completa y absoluta MENTADA, me sorprende que haya gente que pudo ir a verla al cine, está plagada de clichés y para colmo es una copia practicamente fiel de Fenómeno Siniestro, que antes ya reseñé por aquí; francamente, cuando dicen que 300,000 personas ya la vieron, yo quisiera preguntar ¿Les pagaron?... pero no, luego recuerdo que sólo dice "la vieron" lo que quiere decir que no puede decirse que "la recomiendan" y no los culpo, la verdad.

Veamos, hagamos una rápida ficha técnica: Archivo 253 es una película mexicana del año 2015 que se filmó en la Ciudad de México, protagonizada por Michel Chauvet, Anna Cetti, Mario Escalante y Juan Luis Tovar, retrata el intento de unos chicos por retratar los verdaderos hechos ocurridos en las inmediaciones del Sanatorio San Rafael en la Ciudad de México; dirigida por Abe Rosenberg, musicalizada por Aldo Aréchar y estrenada el 5 de febrero de 2015, la cinta tuvo una propaganda bastante fuerte... aunque creo que sólo eso tuvo de fuerte, la verdad.

Bueno, comencemos por el principio, un grupo de chavos quiere filmar una especie de... ¿documental?, en el Hospital Psiquiátrico de San Rafael, en la Ciudad de México, así tenemos a los típicos hocicones de siempre, metidos en las mismas broncas de siempre, lo que ya de antemano es una tomadera de pelo; el hospital está cerrado, no se les deja entrar así que se meten a la brava y sin permiso... y el único nombre que me he aprendido es el del baboso de Diego... por razones que mencionaré después. Por si fuera poco, tenemos al típico tipo fastidioso (Diego) que es como una patada en los bajos, se la pasa festejando como menso que pudieron meterse, todo mueve, todo toca, todo agarra. Luego tenemos un asunto absurdísimo, no los dejan entrar al hospital, pero cuando logran meterse, pese a que es de día y sabemos que hay un vigilante, nadie los ve... ¿hay tipos dentro de un lugar vigilado y cerrado y nadie los ve o los escucha?, ¿los dejan grabar así como así en la zona de la alberca, pasearse por los jardines o demás?

Entonces, tras entrar, por alguna extraña razón, estos individuos deciden que ir y grabar no es suficiente así que van, se meten y se quedan a dormir ahí, por lo que parece ser más que un par de días; ya para la primera noche, ya tenemos a nuestro fantasmagórico amigo tomando la cámara y grabando él mismo, muy al modo de la tontería esta ganadora del Oscar a la peor secuencia de horror en Fenómeno Siniestro 2 en que la cámara flota... ¿lo recuerdan?, sí, esa donde vemos la cámara grabando, muy en aquel papel malévolo de propagar su mensaje diabólico como en El Aro... lo curioso es que esta vez la cámara flote y repte por las paredes y al despertar a nadie se le ocurra revisar la grabación... ¡duh!

La cosa se pone más cansina cuando por la noche, ya grabando y metidos en papel, los muchachos descubren que hay presencias sobrenaturales en el lugar (lo que es una tontería si entraron ahí porque iban a verlas... ¿a qué viene ahora la sorpresa de encontrarlas?) y uno de ellos, ¡adivinen cuál!... ¡CLARO!, Diego, por supuesto, se pone a retarlas a que se manifiesten, gritándoles constantemente muy a lo Laura Bozzo, ya saben, dominante y sabiondo, que hagan acto de presencia, para que al hacerlo, todos estén cagándose de miedo... ¬¬


Ahora, meten aquí que resulta que Mateo, nuestro amigo de sonido es sonámbulo y se pasea por ahí grabando los audios de las habitaciones vacías... y caemos en cuenta, ¿el primer día nadie revisó las grabaciones pero el segundo día sí?... Dios, cada minuto de película que pasa la cosa se pone más mensa y hasta más exasperante; por si no habías llegado a desesperarte a este punto, la cosa mejora cuando alguien decide que Diego puede irse y volver al rato, los otros se quedan oyendo los audios mientras él no está, de buenas a primeras nos meten el elemento satánico con un ritualito que incluye una cabeza de perro o no sé qué y un montón de cabello flotando en agua, aparentemente maloliente y de color sospechudo y ¡tan tan!, Gollum para que te emociones más, sí, sí, sí, el flaquito del señor de los anillos reptando por el techo de la habitación en que tenemos algo de agua putrefacta.

¿Saben qué es lo peor?, que no sabemos si alguno de los cuatro desaparece, quién trae la cámara cuándo, cómo es que se obtuvieron los vídeos, sólo se dice "que se encontraron"... ¡nada!... ¡Osea, uno depende de las voces pero uno no ha reconocido ninguna!; luego vemos a Diego que regresa con los demás por fin, pero de la nada lo tenemos grabando a un tipo desnudo en un rincón y una bañera con agua... ¿qué tiene eso que ver con Gollum colgando del techo?... ¡¡DIOS ESTO ES UNA ODA A LA MALA NARRACIÓN CINEMATOGRÁFICA!!, necesitaría meterme a la cabeza del director para saber exacto qué quiso contarme, porque de oto modo... vivo en la ignorancia.

Momento cumbre: la lluvia de cabello... ¡sublime!, luego hay van entre los tres a ¡Rescatar a Diego! *inserte música incidental de película heróica de Tom Hanks*, entre una carrera por puertas que se cierran de golpe y tipos y tipas que lloran (creo que lloran más los tipos que las tipas), pasillos oscuros, rejas cerradas, tomas a cámara nocturna, gritos de ¡Hijos de puta! y chicas que, por alguna extraña razón saben a dónde correr exactamente y por dónde meterse; y luego nuestro rechoncho y sonámbulo amigo Mateo, que se queda como tapón de cidra cortando el paso en pleno túnel... ¿quieren que se las cuente toda?... porque francamente hasta recordarla me incomoda bastante, por no decir demasiado.



La neta, ni siquiera vale la pena que les cuente el final, siempre he sido de la idea de que no es el final de una película/novela/cuento/serie lo importante, sino el cómo se construye el camino hacia él; en el caso de Archivo 253, el camino y el final son MALOS, por no decir PÉSIMOS, por no decir ASQUEROSOS, vamos que hasta la escena del colgado se nota a primera vista el arreglo de la cuerda por la espalda, en el afán de hacerla una película grabada en vivo, hecha como "película encontrada" (como se nos menciona al comienzo), le quitaron absolutamente toda la posible calidad, haciendo de ésta una mofa de cine "verité" que no logra más que fastidiarnos. Sonaré fatal, pero compadezco profundamente a las personas que pagaron más de 50 pesos para ver esta película en el cine, y sobre todo a los que como yo se sentaron 79 minutotes de nuestra existencia para ver algo que no vale la pena para nada.

¿Estás empezando a ver cine de horror?, pues ve esta, es fastidiosa, es absurda, es vana, pero quizá para los principiantes pueda significar algo... es una pena que se haya promocionado tanto una tontería tan grande... un sin sentido de principio a fin... para nada funciona el gancho inicial de las terapias de electroshock, gases o exorcismos, de nada sirve que se mencione a La Hermandad o a Los Doctores, ni mucho menos el tener a esa supuesta enfermera que de comienzo comenta lo de su paciente ahorcado... *suspiro*... la verdad, es gastar saliva en esta película y es gastar tiempo, pero si la ves... si la quieres ver, adelante.

Bajo tu propio riesgo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario