sábado, 2 de enero de 2016

"El pueblo no va a dejarnos solos, no puede dejarnos solos"


Pues qué decir sobre esta entrada, más que luego de mucho tiempo al fin la hago, debo comentar, me siento obligada a hacerlo, que he querido hacerla desde hace mucho tiempo, casi podría decir años, pero algo me detenía; el tema de Tlatelolco 2 de Octubre y más específicamente, el tema del Movimiento Estudiantil de 1968, siempre ha causado en mí cierto... asombro, temor... enojo... tristeza, no sabría decir con exactitud qué, pero siempre ha sido un tema que me ha, ¿por qué no decirlo?, fascinado. Así que hablemos de LA película del suceso.

Rojo Amanecer es una película mexicana del Director Jorge Fons del año 1989, es decir, no salió hasta bastantes años después de los hechos que emula, aunque muchas personas juran y perjuran que fue grabada en el mismo año o que tiene escenas reales del día fatídico; producida por Héctor Bonilla (quien además actúa en ella) y por Valentín Trujillo, reconocido actor del cine de acción en México, la película fue desde el principio estigmatizada, señalada y censurada, tan es así que el propio Bonilla tuvo que enviar copias al extranjero (EU y Europa) para que, si se cumplían las amenazas que sufría sobre la publicación de la cinta, todavía fuera posible que se diera a conocer.

Hablaré más que nada del contenido de la película, quizá incluiré algún dato por ahí histórico o de cómo se filmó la cinta, pero iremos más que nada a lo más importante.

El elenco tiene entre sus nombres a reconocidos actores del cine de aquella época y del actual, por un lado está Héctor Bonilla como el padre de familia que además trabaja como burócrata, está María Rojo, como una madre tradicional que ve crecer a sus cuatro hijos, tres varones y una mujer, los dos mayores alumnos de la UNAM, la chica en secundaria y el más pequeño en la primaria; los dos jóvenes de la familia son interpretados por los hermanos Demian y Bruno Bichir, hay una aparición de Eduardo Palomo, Martha Aura, Leonor Bonilla, entre otros buenos actores. Aunque muy bien ambientada, casi toda la película fue rodada en un foro, aunque hay unas cuantas escenas que sí fueron filmadas en Tlatelolco, éstas, claro está, logradas sin consentimiento de las autoridades y bajo la mentirilla de que se estaba grabando un documental sobre el crecimiento urbano de la Ciudad de México; así que, las tomas del amanecer, por ejemplo, esas sí son reales y las de las escaleras, unas pocas de las plazas y unas cuantas más de las terrazas y por supuesto, la escena final.


La historia nos sitúa en una mañana normal de miércoles, en que una familia de la clase media se prepara para realizar sus actividades diarias, miércoles 2 de octubre ni más ni menos que en los edificios que rodean la Plaza de las Tres Culturas en la Unidad Habitacional Tlatelolco; es una casa pequeña de un baño, sala-comedor, tres habitaciones y una cocina, ahí habitan dos mujeres y cinco hombres de una familia, el abuelo, la pareja de padres, y los cuatro hijos. Todo va viento en popa hasta el almuerzo, cuando la familia que convive con normalidad se ve alterada por los comentarios del padre, un trabajador gubernamental que advierte a sus hijos sobre seguir con la huelga estudiantil; los chicos se aferran a sus ideas, mientras padres y abuelo les recriminan su mal comportamiento y rebeldía.

En una plática rápida con la madre de familia, Alicia, los muchachos, Sergio y Jorge hacen un recuento de los hechos que llevan a México a vivir 2 de Octubre: Tras un enfrentamiento entre preparatorianos, Gobierno decide usar la fuerza para controlarlos, golpeando a ambos grupos y desencadenando en una manifestación de estudiantes que reclaman el abuso de poder de las autoridades, ésta manifestación también es reprimida, lo que lleva a más movilizaciones que son sometidas a más represión; posteriormente, los estudiantes recurren a la huelga, el ejército y la policía, así como los grupos de granaderos someten estudiantes, golpean, desaparecen, incluso a profesores, lo que lleva a la famosa Manifestación del Silencio y a nuevas movilizaciones. Bajo la voz de "Con el Gobierno no se juega", los padres manifiestan su creciente temor y preocupación, pues los chicos se mantienen creyentes en que tarde o temprano lograrán resultados positivos, sobre todo porque el día 12 de octubre se inauguran las Olimpiadas en México y piensan que eso puede ser un factor favorable para sus ideas.

Pronto la familia se va a sus actividades, dirigiéndose los muchachos a reunirse con compañeros para asistir al mitín programado para esa tarde ahí, en la Plaza de las Tres Culturas; con pocos indicios y sin salir de la casa y sus inmediaciones, nos vamos enterando del movimiento exterior que se prepara para la masacre: primero se corta la luz, lo que por la noche será paralizante para los habitantes de la Habitacional, luego se deshacen del servicio telefónico, justo mientras Beto, el padre de familia intenta advertir a Alicia su esposa de que no deje salir a los muchachos de la casa, porque algo está por ocurrir. Mientras el abuelo y el niño juegan en una de las terrazas, ven a algunas personas que vestidas de civiles, suben armadas a los techos de los edificios, y el abuelo que fue militar en su juventud, observa desde el lugar los movimientos que están haciendo los soldados alrededor de la Plaza, dándose cuenta también de que hay numerosos francotiradores.

Debo comentar que la forma como está construida la película ayuda a que, por la secuencia de sucesos, nos enteremos sutilmente de muchos datos verídicos de la noche de los hechos; el que el abuelo y el niño jueguen en la terraza nos muestra a francotiradores y a los movimientos del ejército en la Plaza, el que Graciela, la hija se vaya a hacer tarea fuera, hace que el abuelo salga por ella tras el primer tiroteo y podamos enterarnos de cómo actuaba el ejército en colaboración con otros grupos durante el asedio, el que el padre se quedara fuera e intentara constantemente llegar a casa, nos da la panorámica de lo que pasaba en el exterior, incluso el abuelo reparando el reloj, da pauta a que sepamos la hora precisa en que un grupo de Ferrocarrileros se une al mitín. Sin duda alguna, la construcción favorece enormemente al espectador que quiere saber qué pasó, no sólo con la familia protagonista.


Tras la preparación del lugar, podemos escuchar el comienzo del mitín con audio original de aquel día, vemos cómo el abuelo le describe las cosas a Alicia y ella entra poco a poco en pánico; tras el primer ataque, vivimos el terror de saber que afuera están muriendo decenas de personas y no se puede hacer nada, es el terror propio de la muerte al otro lado de la puerta. Llama la atención las distintas posturas de la sociedad, por un lado el abuelo está en pro de que a los chicos se les dé un "sustito" por revoltosos, de que se les meta a la cárcel para que salgan "como seditas", porque después de todo, ellos claman Revolución sin haber vivido una como él; por otro lado la postura de la madre preocupada, que ansía saber de sus hijos y reza porque no les ocurra nada, mientras fuera los jóvenes claman justicia y luchan contra una represión, que pronto encuentra ahí, la peor de sus caras.

"Bengalas en el cielo", era el nombre original del libreto de la película y viene de la frase que dice el niño cuando, al escuchar el helicoptero, se asoma por la ventana, sólo para ver el momento justo en que comienza la masacre; la película no es fuerte, pero sí es cruda, la aparición de un estudiante herido que tienen que refugiar en la casa, la forma como la madre debe, con lo poco que tiene, curarle, da una panorámica más amplia de lo que está pasando. En lo personal creo que de todas las películas que han retratado los hechos, es la mejor hecha, la mejor adaptada y la mejor actuada; existen algunas otras como la porquería de "Tlatelolco: Verano del 68" que en lo personal, pese a tenerlo todo para haber hecho algo bueno, la echaron a perder de una forma casi, porqué no decirlo: OLÍMPICA; hay apariciones y referencias a Tlatelolco 68 en "Borrar de la memoria", que es una excelente película y espero reseñar pronto y en otras como "El Bulto" o "El grito", que espero reseñar también.


Tres momentos son cruciales en esta película, además de sutiles: Primero cuando los integrantes del, suponemos, Batallón Olimpia bajan del techo del edificio llevando consigo a tres prisioneros, uno de ellos dice "Ya les enseñamos nuestras credenciales de estudiantes, ¿por qué nos golpean?" a lo que el hombre responde "Por eso, cabrón, por eso", lo que nos habla de que el ataque perpetrado aquella noche estaba dirigido específicamente a estudiantes, con la intención de deshacerse de ellos; el Segundo momento es la plática de Graciela con Alicia, en que ésta menciona cómo se golpeó a la población en general, fueran niños, mujeres o ancianos "A una señora de 60 años... tenía un bayonetazo en la espalda"; el tercero es hacia el final, cuando Carlitos baja las escaleras y encuentra a barrenderos limpiando periódicos empapados y soldados vigilando la plaza.

Hay que reconocer la pulcritud de ciertas secuencias, la llegada del grupo de jóvenes a la casa y por supuesto, el ataque de los miembros del batallón, los diálogos están muy bien hechos y sorprenden en su rapidez y contundencia:


"-Con que ustedes quieren al Che para presidente, ¿no, pendejos?
-Al Che hace un año que lo mataron."

"Seguro mañana truena la revolución... El pueblo no va a dejarnos solos, no puede dejarnos solos.

"Así que muy influyente, ¿no?... pues ahorita es más influyente esta, cabrón... así que ten mucho cuidado con lo que vayas a decir cuando nos vayamos"

Por años, la escena final de la película, mejor dicho, la secuencia final, ha sido de las más impresionantes que he podido ver en el cine nacional, bajo una suerte de malas coincidencias y pésima suerte, la familia acaba a merced del Batallón Olimpia, porque el joven herido al que protegían y habían ocultado en el baño, deja una enorme mancha de sangre que es descubierta entre las sábanas de la cama; el desenlace es una masacre apenas similar a la que ocurrió afuera, con tanto los muchachos refugiados como la mayor parte de la familia asesinada a sangre fría.

Creo que vale la pena difundir esta película porque retrata la noche espantosa de 2 de octubre, independientemente de una formación o inclinación política, Tlatelolco 68 y sobre todo Rojo amanecer, son una manifestación más que clara y contundente de cómo se vino haciendo política por sexenios y sexenios; además, son retrato de la sociedad mexicana, por ejemplo, el machismo en su más amplia manifestación, véase a Graciela, única hija mujer de la familia durmiendo en un sillón de la sala, véase cómo no hay gestos de afecto para ella, pero con sus hermanos los hay todos, incluso como todo cuánto hace debe ser recriminado más que lo que hacen los demás. ¡Y la propia Chelita es una machista cuando recrimina a la joven refugiada por estar en una actividad social que es propia de puros hombres!

¿Verla?, sí, hay que verla... ¿Recomendarla?, sí, con mayúsculas y siempre que se pueda... ¿Analizarla?, ¡por favor!, deben analizarla, sopesar la información que presenta y discriminar; quizá a algunos nos pega más el tema que a otros, quizá está exagerada y sólo la historia o los hechos reales pueden confirmarlo, lo cierto es que no sabemos todo lo que tendríamos que saber sobre el tema, pero esta película ayuda.

Pásense a verla, les dejo un link para ello, revísenla y háganse su propia opinión; por mi parte, es un tema y una cinta que siempre, siempre, me ha gustado e inspirado.




Si ese link no funciona, acá les dejo otro

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