domingo, 6 de noviembre de 2016

"Con su mitad y la mía, completamos" (Familia de Diez S01E12)

¿Sabías que este es uno de los comentarios que he hecho de esta serie?
Acá puedes ver los anteriores:

Pues esta era una familia de diez integrantes viviendo apretados en una casita de un baño y tres recámaras, el abuelo es un tragón, la cocinera una jovencita que quiere ser actriz, la madre de familia es medio distraída, su hermana algo quejumbrosa, la sobrina trabajadora; el padre es trabajador y sufrido, el hijo medio tontito, la esposa de este algo bobita y la hija presumidilla... muuuuy presumidilla y ahí entra el asunto del capítulo de hoy, en que Martina es excesivamente presumida. Pero no está mal el que sea presumida, sino el que se mentirosa.

El capítulo de esta vez narra cómo la más joven de los López está prendada de un compañero de clase, el famoso Ricky, quien es un muchacho de dinero y renombre; así la pobre chiquilla no sabe qué hacer porque jura y perjura que la familia la va a poner en vergüenza con su prospecto.


-¡Uy cuñado, cuando una niña habla por tres horas con el mismo muchacho por teléfono, puede quedar embarazada de por vida!




Entre que si la Martina está histérica con la visita accidental de Ricky (porque le había estado mintiendo y no quería que fuera a conocer su casa porque se supone que no vive ahí y que esos no son ni sus padres, ni su hermano, ni su tía, etc.) y que la familia quiere conocer al muchachito, el asunto se pone denso, porque unos comen mucho, otros tapan el baño y los otros...


Pues los otros son ellos y ya.


El capítulo gira entorno a cómo enfrentan los dos chicos la presencia de la familia, cómo él desconoce que esas personas en efecto son familia de Martina y en cómo ésta procura evitar que descubra la verdad; pero cuando por fin se revela que aquellos son sus familiares y que vive ahí, en esa casita y no tiene ni yates, ni mansiones, la pobre muchacha tiene que pasar por esa decepción.

-¡Abuelo, por lo que más quieras, no vayas a tapar el baño!
-No te preocupes, hija... el tamal de calabaza que me chuté en la mañana, como que me cerró el conducto tapacaños... y además, no quiero que te alteres como la dramática de tu tía...
-¡Yo no soy dramática!
-¡Claro que noooooh!


Para ahorrar cosas y no contárselos todo, el capítulo es divertido aunque lo considero como el anterior, de relleno con tramas alternas y enfocadas a personajes de la familia que no son principales como pudieran ser Plutarco, Gaby y los padres de familia; no obstante los chistes son muy buenos y aguantan bastante bien (hasta el final, que en lo personal no me gusta y se me hace chiste muy forzado); así pues le doy a este capítulo un 8.0 y les recomiendo que se pasen por él, vale la pena que lo vean y a que se desestresan un ratito.

Nos vemos en el siguiente.

-¡Abuelito, la nena se está dando cuenta de que soy ignorante!
-¡Nena!... no te des cuenta.


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