Todos tenemos a alguien que nos quiere, pero querer como se debe y como Dios manda, suele ser una persona cercana, que nos conoce del todo, que nos lee como a la palma de su mano; a veces esa persona resulta ser del todo afín a nosotros y otras veces todo lo contrario. Hay ocasiones en que tenemos la mala suerte de perder a esa persona demasiado pronto, en mi caso, no ha ocurrido eso; hablo de esa persona que a fuerza de traernos consigo mucho tiempo, ha sabido acostumbrarse a los desplantes, patadas, exigencias e incomodidades que da un hijo.
Hoy no es día de las madres, hoy 12 de noviembre es mejor que eso para mí, un día como hoy del 49, nació mi madre; creo que pocas veces he hablado de ella acá y eso me hace sentir avergonzada, cada hija dirá que su madre es la mejor y no vendría yo a desmentirle, no obstante, la mía sí es la mejor... por sobre el mundo, mamá me eligió a mí, por sobre la vida, mamá me eligió a mí, supo arropar en sus brazos y en su ser a un individuo que no sólo cambió su existencia, sino que alteró la de los demás a su alrededor y se opuso a desventura y pena...
Mi mamá me ha querido más que nadie en el mundo y a su modo me ha dejado ser lo que yo he decidido ser, hospeda en sus manos cada cosa de mi vida y la valora como nadie... cree en cada proyecto, los que están en pie y los que definitivamente han muerto y a pesar de ello, los alienta... para mi madre lo muerto no ha muerto de todo, lo imposible funcionará...
Hace muchos años le dije una cita de cierto libro "Madre, quiero ser el huésped de tus ojos..." hoy se lo digo nuevamente y le agrego: "Tú sí sabes quererme... quédate por siempre, para siempre... para siempre amarte."
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