miércoles, 21 de febrero de 2018

¡La sangre! (Making a Murderer S01/E07 y E08)

En la entrada anterior de esta serie, platicamos de cómo los asuntos policiales empiezan a tomar fuerza para el juicio de Steven, por momentos ya no interesa tanto la evidencia real del caso (porque demás nos va quedando cada vez más claro, que la evidencia real fue ignorada en aras de seguir la que inculpaba a su objetivo), sino lo que los oficiales hicieron, lo que no hicieron, qué dijeron o no dijeron o bien, cómo lo dijeron o no; cuando la defensa habla de lo que hicieron los investigadores para obtener la evidencia que incriminaba a Steven, creo que es justo ahí cuando uno más duda, porque siente que algo anda mal desde el principio, que en esencia las cosas se pusieron de modo que no funcionara en favor de la víctima, sino en contra de Avery.

El asunto es discutir cómo apareció la llave de la camioneta, el asunto es que meses antes, en la primera inspección, revolviendo todo en la habitación, la llave no apareció, y de pronto, semanas después ésta aparece de la nada, como si siempre hubiera estado ahí, o como si a lo Toy Story, esta se la pasara corriendo para ocultarse y ese día, de pronto, la atraparan a medio camino entre el closet y la mesa de noche y hubiera simplemente optado por dejarse caer inerte y con ello, ser descubierta; pasamos de los oficiales confiados que permitieron entrar a investigadores con conflicto de intereses entrar a la escena del crimen, a especular sobre si los "extraterrestres" lo hicieron, cosa bastante simpática.


Es peculiar por no decir raro, que los mismos oficiales implicados en la primer demanda de Steven por los muchos millones de indemnización, sean los mismos que encontraron la evidencia que lo incrimina, eso es lo interesante, por eso la defensa se "amacha" haciendo hincapié en ello, porque es algo que no tendría porqué haber pasado; este capítulo, el capítulo siete titulado "La incriminación de la defensa" es un montón de enfrentamientos entre los ofendidos fiscales (es tan cómico el asunto de que "le hierve la sangreeeeeeee") y los abogados defensores... en serio, eso hace el capítulo al entero.

Mientras vemos a todos peleando sobre la posibilidad de si las manchas de sangre que inculpan a Avery vienen o no, de la misma prueba de sangre que la oficina de policía de Manitowoc tiene en su poder, también nos percatamos de que el juicio es largo, tedioso, cansado... y que quizá los más desesperados y cansados en ese asunto, tienen que ser los familiares de Teresa, que tienen que ver cómo todo es importante, cómo todo es discusión... menos el saber si de verdad Teresa fue asesinada por ese hombre o si la mató alguien más y eso es terrible, de cierto modo, Teresa jamás, NUNCA tendrá justicia. Así que cuando sabemos que la única prueba que inculpa realmente a Steven, está rodeada de tanta... duda, no tiene sentido que veamos el caso como una cosa puramente justa o puramente imparcial.

Así, se muestra todo y el capítulo siete cierra con el cierre, con la idea de buscar el alegato final y con la idea también de que se está acabando esto... y las cosas no suenan demasiado bien para la defensa, y aunque tampoco precisamente muy bien para la fiscalía, eso al final no es precisamente malo. Y así, Steven se enfrenta a un cargo de cadena perpetua.

Los Avery hablan de lo que son, lo que han construido, así comienza el capítulo ocho, ¿ya se dieron cuenta que nos quedan sólo dos más para el final y la cosa no se está resolviendo?; la defensa nos plantea de nuevo a un Steven como lo que parece ser, un hombre inocente constantemente inculpado, muy agredido... un acusado que sólo por ser acusado, ya perdió. No hay sangre en la alfombra, no en las paredes, no hay rastros de cómo arrastraron el cuerpo hasta la cochera, no hay charcos donde le dispararon, ¡no hay gota de sangre en ninguno de esos lugares!, la llave no dice nada, la revista no dice nada, la bala aplastada, algunos de estos encontrados semanas, ¡meses! después, no puede ser que sean el único nexo, no puede ser que sean el argumento, ¿cómo esto va a ser la mayor evidencia del asunto?

La Fiscalía se ofende y quiere que el jurado se ofenda, dicen que un oficial con años de experiencia no puede delinquir, no puede conspirar... pero todo parece decir que realmente conspiraron, que en serio mintieron, no por ser personas de la ley, sino por ser personas, las mentiras están en las declaraciones, las lagunas en las historias de los implicados existen, ante jurado y ante abogados... la evidencia lo dice y parece mentira que nadie pueda en serio detectarlo y verlo como factor a favor de Steven; la familia espera la decisión, oímos y oímos lo que los abogados de la defensa y lo que los abogados de la fiscalía dicen, nos creamos una escena, vamos captando lo que dicen y comprendemos poco a poco que Steven no tiene futuro, que le declararán culpable, porque a eso ha orillado la evidencia... mala, dudosa, llena de poros... ¡tan agujerada como ciertos quesos!... pero evidencia al fin y al cabo, y el jurado está obligado a ir conforme a la evidencia. Punto.

Así es como se da la lectura del veredicto y se le encuentra culpable, sin más ni más, sabíamos que pasaría, pero no deja de ser espantoso; al menos los que pensamos (yo) que este hombre es inocente, nos generamos más dudas, ¿dónde está el arma?, ¿dónde está el cuchillo?... Steven no fue, se siente en los huesos... pero eso no tiene más caso, el jurado decidió y no queda más que... el frío. Y podrán decir, ¿ahora de qué se va a hablar en los siguientes dos capítulos?, bueno, pues del juicio de Brendan, en quien recae ahora todo el peso del caso, porque la gente ahora es cuando cree en la inocencia de ambos, ahora que ya se dio a conocer el veredicto, es cuando todos se vuelcan a expresar su apoyo... cuando ya la cosa no tiene remedio.


Estos capítulos son largos y llenos de información, son quizá parte medular de la serie... véanlos, son geniales, a ambos les otorgo un honroso 9.8... y denme su opinión si difieren de la mía sobre la inocencia de los Avery.

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