martes, 6 de febrero de 2018

¿Y la camioneta? (Making a Murderer S01/E03 y E04)

Donde nos quedamos la sensación ya es bastante mala, pero el que el capítulo tres empiece esperanzador, nos sacude; la familia Avery en pleno dispuesta a hacer lo que se tenga que hacer para que su hijo pueda salir... Steven es inocente se dicen y sí, uno lo cree y lo siente; al inicio del capítulo.

De pronto hablamos de la aparición de restos óseos de la chica alrededor de la fogata de Steven, luego una llave con sangre y la camioneta con muestras de ADN no sólo de la víctima, sino también del inculpado y poco a poco las pruebas parecen ser la mejor forma de incriminarlo y sí, uno no duda, porque sabe que es inocente y cree en ello, pero vemos lentamente a la familia alejarse del que creían era un santo y dejarlo para que sea su suerte la que decida; de un momento a otro la historia da un giro terrible, el hombre que antes era considerado una víctima del sistema inservible, pronto es perseguido por los medios y la gente que quiere acabar con su imagen y que no quiere creer que pueda no haber cometido un delito.


Es increíble la forma en que da vuelta la opinión de las personas, los que antes lo apoyaban y seguían, quienes meses antes le vitorearon, ahora lo vapulean, lo ofenden y desprecian, porque la evidencia parece ser implacable y definitiva... y uno medio duda de lo que tiene que creer o esperar; Steven no sólo se enfrenta de pronto a la negativa de ganar su demanda, sino que ahora también a la posible condena por homicidio, es el único sospechoso, es el único con posibilidades para haberlo hecho y absolutamente todo lo incrimina. Pero la situación parece que puede lucharse, hay oportunidades todavía, se cuenta con testimonios y todo lo que lo inculpa es completamente circunstancial.

Hasta que aparece en el juego el sobrino de Steven, Brendan Dassey.

Aquí se pierde toda cordura del caso, no sólo nos sacude la declaración de Brendan, sino que además nos quita la confianza en que Steven sea inocente, la familia del pobre hombre tiene que dividirse y empieza a sufrir los estragos del desconocimiento; cuando nos narran en la conferencia de prensa lo que presuntamente ocurrió con Teresa, ahí uno de verdad se estremece, porque quien realizara semejante homicidio o quien pensara que algo así podría ocurrir, es terrible. Adelantándome al asunto, cuanto más ve uno la descripción del homicidio, más nos preguntamos "¿quién lo hizo y por qué le contaría a la policía todo, si no fueron ellos dos?, si los inculparon, ¿cómo la policía supo cada sórdido detalle?"... pero eso es una discusión para luego.

Brendan declara pero los vídeos de la supuesta declaración son bochornosos, es obvio que lo hace sino bajo presión, si absoluta y completamente desconectado de lo que está admitiendo, es como si un niño estoico de seis años dijera sí cuando le preguntan si él rompió un cristal, la forma como el chico se expresa y el cómo acepta una culpabilidad dudosa, hace que uno sienta que se le eriza la piel; la familia se resquebraja, los padres son ya los únicos que apoyan a Steven, a Brendan sólo su madre y la policía presiona al chico y a la novia de nuestro protagonista, dando pie a miles de dudas que nos pueblan la cabeza, que no nos dejan entender lo que está pasando y genera la conclusión adelantada de que están inculpando a la gente, que fabrican evidencia y cultivan indicios para hacer creer que los Avery son malos, delinquen, asesinan...

Brendan, la coartada de Steven (ya que el chico atestiguaba haber pasado la tarde/noche con su tío delante de una fogata, en las horas cruciales de la desaparición de Teresa) de pronto es su cómplice, la novia de éste pronto adquiere tintes de delincuente también y no sólo es la familia la que abandona al supuesto criminal, sino también la opinión pública y hasta su apoyo legal; así como así, el capítulo acaba con una duda tremenda, si Brendan declara contra su tío podría salir libre en unos años, pero si declara a su favor, acabará preso con cadena perpetua... Y no es lo peor por venir.

En el capítulo cuatro la cosa empieza a ponerse realmente loca, por un lado Brendan tiene un abogado que sirve menos que las esquinas redondeadas de los muebles para evitar los golpes (igual te pegas, ¿no?), y no sólo el abogado es un fiasco y casi casi causante de desgracia, también los oficiales y quienes le toman declaración, destáquese el asunto del interrogados O'Kelly que lo hace escribir su declaración y cuando ve que esta no menciona nunca a Teresa, lo va dirigiendo para agregar cosas cada vez más perversas; la forma cómo lo guía para que agregue detalles, el cómo lo impulsa a hacer dibujos de Teresa atada con cuerdas y hasta con cadenas, la forma como le orienta hacia poner detalles que claramente él no quiere poner.

Cada minuto que pasa en este capítulo uno más se va sintiendo que esto es un juego, una broma del destino, una fea charada que lleva a dos inocentes a terminar en la cárcel, y es realmente inquietante ver las fotos de Brendan recién preso y las de Steven en su primer arresto, son tan parecidas; O'Kelly se deja filmar haciendo presión a Brendan, el vídeo demuestra cómo le dice que estará bien y será ayudado sólo si dice lo que él le está diciendo que diga, si dibuja lo que debe dibujar, etc. 

La novia de Steven sabía de la visita de Teresa para las fotos, podemos escuchar la conversación que tuvieron a minutos de esa visita, podemos escuchar a los padres del acusado decir que estaban enterados de esa sesión de fotos; incluso oficiales hablan de la rareza del registro, de cómo los policías permanecieron demasiado tiempo, se apropian de la propiedad, invaden y no sólo revisan y revisan, sino que registraron tantas veces que era obvio que algo estaban dejando de lado o bien, que algo habían sembrado. La llave que cae de la cajonera es el absurdo, revisan días y días, revisan todo el tiempo y de pronto se dan cuenta que estaba ahí, a primera vista, pero no en la primera visita, sino en muchas posteriores; cuando analizan la llave que ella usaba, la llave de ella y resulta que no tiene su ADN, sólo el de Steven... ahí hay fraude que grita.

Todo parece sembrado, todo parece acomodado para inculpar, un asesino actúa diferente, destruye evidencia con lo que tiene a mano, oculta, finge... acá no, la evidencia está a simple vista, permanece para que cualquiera pueda encontrarla... el absurdo está aquí. Esta serie es impresionante, escuchar a Brendan decir que dijo "la verdad que ellos quieren que diga", cuando él mismo habla sobre la posibilidad de que su tío hiciera las cosas que declaró, aún consciente de que no las hizo... es cuando a uno se le eriza la piel.

Al capítulo 3 y capítulo 4 vamos a darles a ambos un glorioso 9.7, vale la pena que la vean y se generen una opinión propia, háganlo, lo vale.

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