viernes, 28 de julio de 2017

3, 2, 1, ¡Manga!: Girl Friends Vol. 3

Vamos a ver, se supone que esta entrada estaba programada para el día 21 de julio, pero como saben por la entrada anterior, no he tenido mucha cabeza para que esa publicación pudiera ser  revisada, corregida y así se volviera un hecho... pero hoy sí les traigo el comentario: recordarán lo ocurrido en la entrada anterior sobre le Tomo II, nos dejamos a Akko sola y abochornada en su habitación luego de que Mari se atreviera a besarle, y tenemos a una Mari triste y herida, conocedora de que muy probablemente, Akko se aleje de su vida por lo ocurrido; pues bien, comenzamos el nuevo Tomo con una Akko que analiza lo ocurrido y empieza a sopesar las cosas, dándole el peso que deben de tener y poniendo énfasis en su estado, en el estado en que le dejó Mari. 

Akko concluye que tiene miedo de encontrarse con Mari, pero influenciada por los consejos de Sugi, también piensa que debe dejar pasar las cosas y hacer como si no hubieran ocurrido... lo que suena a que Mari va a tener más dolorcito para rato; tras este segundo beso, pasan un par de días sin que ambas tengan contacto, ni se escriben, ni se llaman y Mari opta por no asistir a clases, así que tenemos suspensillo para los primeros capítulos. Y la cosa va así hasta que Mari nos sale con que se equivocó y le dice a Akko que todo fue una broma y un malentendido, porque intentaba decirle algo de la persona que quiere... y Akko se queda plana, porque tenía la idea de que era ella...pero no...

Y qué enredo, mujeres... ¡QUÉ ENREDO!
De esta forma tenemos a Akko y a Mari, separadas haciendo cosas con el resto de las personas, en un afán medio raro por encontrarle equilibrio a sus vidas una sin la otra, y sobre todo y más importante: fingiendo que no les afectaron los besos aquellos y que siguen siendo sólo amigas; el verano llega y la cosa se pone tediosa para Akko que no sale con nadie y se la pasa dándole vueltas en su cabeza a Mari, mientras ésta intenta decididamente llevarse bien con el muchacho elegido y sale con él en aras de obtener silenciar lo que siente. Cuando una noche al ir a comprar comida, Akko se encuentra a Mari vestida de yukata cerca de su casa, y luego de que tiene que perseguirla para que ésta le diga qué anda haciendo por el barrio, Mari dice algo que Akko toma muy mal y dentro de sí misma se despierta algo a lo que no se había enfrentado de lleno: celos.

Con algunas cómicas apariciones del resto de las chicas, la historia se va aligerando por momentos para luego afianzar el nudo que traemos encima, Akko hace un recuento de cómo era todo antes de conocer a Mari, mientras ésta parece tener algún tiempo de problema con Hamada, su novio, que acaba por un rompimiento que a nadie encanta... o bueno, quizá a Akko, pero no, ni siquiera a Akko deja aquel cortón tranquila;  de hecho, es esta una de mis partes favoritas, Akko piensa que Mari sufre por Hamada, porque él la deja plantada todos los días y la mera idea de que Mari sufra así por amor, hacer que Akko sufra el doble... y eso es dulcísimo de su parte.

Así pues, ambas acaban metidas en el posterior encuentro de Mari con Hamada, que sobre todo Sugi propulsó, esto con la idea de que Mari pueda quedarse tranquila y no le quede arrepentimiento de lo ocurrido con Hamada; cuando al finalizar ese encuentro, Mari y Akko vuelven a encontrarse, decide la segunda que tiene que ayudar a Mari a sentirse mejor (aunque ella no se ha sentido mal para nada) y se van juntas a un karaoke. Es ahí, donde alentada por los comentarios de Sugi y de Hamada sobre su valentía para enfrentar cosas que los demás asustan, Mari se atreve a decirle la verdad a su mejor amiga y le confiesa que aquella primera confesión no había sido una broma, que hablaba en serio, pero no espera nada de ella, que quiere que sigan siendo amigas como antes y entre muchos sonrojos y vergüenzas, Mari mira sorprendida a una Akko arrobada, a una Akko que tiene que actuar llevada por puro instinto y emoción.

Y Akko la besa.


El Tomo 3 es fantástico, tiene un buen equilibrio entre angustia y comicidad, creo que hay que reconocerle mucho eso a este trabajo de Morinaga, al mismo tiempo que tensa las cuerdas del suspenso y el drama, procura meter pequeños atisbos de hilaridad que dotan al tomo de fluidez y dinamismo, aunque podamos sentirlo pesado, el volumen se va volviendo más y más entretenido y el final es una tirada al vacío que permite que nos identifiquemos y nos quedemos con muchas más ganas de otro tomo; tengo el cuatro ya en mi poder, pero aparecerá la reseña en un par de semanas más, para darles su buen espacio, por lo pronto, les invito a leer esta joya, quizá de momento el gasto de un manga pueda parecer elevado, pero vale mucho la pena, el papel es de buenísima calidad, el diseño precioso, los dibujos valen más que nada la pena y la historia... si no se conmueven, no sé que lo hará.

A este tomo vamos a darle un merecido...
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9.9



Y ya pronto nos leemos en el Tomo 4, que nos dejará a sólo uno más del final!!!


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